Miren: por este desgarrón de la capa se ve en mi estómago un tatuaje bermejo: es el segundo símbolo, Beth. Esta letra, en las noches de luna llena, me confiere poder sobre los hombres cuya marca es Ghimel, pero me subordina a los de Aleph, que en las noches sin luna deben obediencia a los Ghimel.
BORGES: UNA FICCIÓN
Acostumbrados estamos a la distinción que todo artista de cualquier género hace entre su vida privada y la pública, entre la persona y el personaje, entre el hacer cotidiano y el creativo. Todo artista se crea a sí mismo como autor junto con su obra. Desde Salvador Dalí hasta Elvis Presley, pasando por Carlos Gardel o Miguel de Cervantes, de cualquiera pueden observarse las características que en su personalidad se corresponden con la obra y hasta la presuponen. Pero este sujeto creador, que difiere del ser de carne y hueso, es también una creación junto con la obra, y muchas veces puede decirse que forma parte de la misma.
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