En el capítulo V del Facundo, Domingo F. Sarmiento, realiza una descripción del
carácter del caudillo riojano Facundo Quiroga, basándose en anécdotas de su
infancia y juventud. Esta descripción comienza con el famoso suceso del tigre
cebado, en el que Quiroga es acechado por un tigre que, tras haber probado carne
humana, se ha aficionado a ésta convirtiéndose en un cazador de hombres. Luego
de horas guarecido en la copa de un árbol, custodiado por la ronda del animal,
es rescatado y da muerte a la fiera.
Entendemos que el autor da comienzo al
capítulo con esta anécdota, porque es crucial para la analogía que intenta
exponer, entre el hombre y el animal. Véase, por ejemplo, la descripción física
del personaje, que además de expresarse con términos similares a los utilizados
en la descripción de paisajes naturales, evoca directamente lo salvaje con
ciertas expresiones como: bosque de pelos; pobladas cejas; cubierta selvática;
pelo espesísimo; etc. La analogía es coronada al hablar de la mirada, cuya
descripción intenta imprimir la misma sensación en ambos casos. Primero al
describir la mirada del tigre, Sarmiento dice: “... la fascinación aterrante que
ejercía sobre él la mirada sanguinaria, inmóvil del tigre, del que por una
fuerza invencible de atracción no podía apartar los ojos...” Luego dirá sobre la
mirada de Quiroga: “Sus ojos negros, llenos de fuego y sombreados por pobladas
cejas, causaban una sensación involuntaria de terror en aquellos sobre quienes
alguna vez llegaban a fijarse...”
La descripción de los paisajes en capítulos
precedentes, en donde predomina la idea de una naturaleza desbordada y caótica,
la cual sólo puede ser encausada por la mano del hombre civilizado, sirven de
sustento y nos preparan para la comparación con la persona de Facundo. El autor
refiere especialmente la correlación entre la fisonomía del personaje y la del
animal, basándose en teorías como la frenología y disciplinas como la anatomía
comparada. De lo cual se deduce que, además de haber una inclinación natural
hacía lo salvaje, también es el medio el que condiciona al sujeto a su
disposición hacía lo irracional. Se destaca, por ejemplo, el hecho de que, a
pesar de ser Quiroga un hombre de genio, el medio en el que ha crecido, lo
condicionó hacía la barbarie, al contrario de hombres con el mismo carácter,
pero nacidos en otras latitudes, que han sido grandes ejemplos de civilización.
Pasando luego al carácter espiritual e intelectual del personaje, nos
encontramos también con referencias que atienden a la analogía con lo salvaje.
En una serie de anécdotas sobre distintas vivencias de Quiroga, en las cuales se
muestra su perfil como el de un hombre dominado por sus pasiones, por momentos
irracional, pero también capaz de una sagacidad inusitada, aparece como un
diamante en bruto, o un caballo indomable, que la civilización no puede
aprovechar, por no dejarse domar. En esta parte encontramos expresiones como:
pasión feroz (aludiendo a su afición por el juego); alma rebelde (en el caso de
su aversión a la disciplina). También se hace alusión a su carácter irreligioso
y su tendencia a crearse fama de adivino, lo cual infunde cierto respeto en la
clase baja a la cual pretende dominar (como el macho a la manada, siguiendo la
analogía).
Finalmente, termina de pintar su carácter, el suceso del macho de los
grillos, en el cual Quiroga, escapando del presidio, da muerte a catorce
hombres, según su propia versión, incluyendo entre los muertos a los mismos que
le habían dado libertad. Esta anécdota alcanza a sintetizar el espíritu que se
nos presenta como impredecible hasta la traición más ruin, teniendo como espejo,
el carácter irracional del tigre cebado, el cual carece de responsabilidad por
sus actos. Quiroga aparece como un hombre cebado por el entorno salvaje, un
genio perdido para la civilización. Sarmiento lo resume así: “... hombre de
genio a su pesar, sin saberlo él... Ha nacido así, y no es culpa suya...”
Mario Goncalves
Junio, 2020
Bibliografía: Sarmiento, Domingo F. Facundo o civilización
y barbarie en las pampas argentinas. París, Librería Hachette y cía. 1874.
Jitrik, Noé, Muerte y Resurrección del Facundo, Buenos Aires, CEAL 1968.
Altamirano, Carlos y Beatriz Sarlo. El orientalismo y la idea de despotismo en
facundo. Ensayos argentinos, Buenos Aires, Ariel 1997.
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